Hacia la Romería de la Virgen
Septiembre tiene fragancias de María del Socorro en la memoria de Rociana, una cadencia de verano ausente donde los soles de agosto acristalan la viña para endulzar el mejor jugo de nuestras tierras, un aire cambiante de tardes en la esencia de los días más cortos y la presunción de un otoño de rocíos y mañanas frescas.
Septiembre es un retorno a la Casa de siempre, recogida en fiestas cuando la vendimia entrega sus mejores racimos de bonanza y gratitud.
Septiembre es cuando se celebra la Romería de la Stma. Virgen del Socorro. Dicha efeméride se inicia en 1996, su primera Romería, la Junta de Gobierno de la Hermandad de aquel momento, se hace portavoz de otro caminar hacia el Socorro e inician por las tierras rocianeras los albores de un caminar que el tiempo hará tradición. Porque los hechos se juzgarán con el paso de los años, colocando, paso a paso, un sinfín de ilusiones que darán forma a esta ya larga convivencia de Pueblo y Socorro.
Así comenzó en otras épocas lo que hoy conocemos como las raíces de nuestra tradición más pura y singular. Cultos, procesiones y festejos tuvieron en sus inicios en la previsible espontaneidad de nuestros antepasados. Hoy recibimos como acerbo de cultura religiosa hacia la Madre de Dios del Socorro las decisiones de aquellos rocianeros que se escucharon entre ellos, portadores de su fe y de los tiempos que les tocó vivir.
Quiso esta Junta de Gobierno ser sólo el eco de sus gentes. Respirar la misma esencia por los poros de su camino hacia la Virgen del Socorro sin lejanías de unos hacia otros. Y en esto saben que el auténtico abrazo se establece bajo la cúpula y las luces de María, en la libertad de este septiembre vendimiador que culmina o empieza siendo romero en los confines del corazón de Socorro.
Por ello, acostumbrados al aire penetrante de los campos necesitamos evocar a la Virgen en la longitud de sus propias viñas. Perdernos en ciclo final de las fiestas estivales en el mejor homenaje a María del Socorro. Sin ser campesina de morada, Ella viste de Señora peregrina hacia los pinares, Aglutina sin castas a sus protegidos y emprende la marcha al verde monte, que espera presuntuoso de olor renacido el Simpecado que la representa.
En septiembre, los sonidos son diferentes, quien convoca no separa, une en las generaciones el sentido más profundo de los habitantes de este pueblo. Pregona en las longitudes de sus calles una llamada que circunda cada casa, cada hogar apacible para atraernos hacia una Romería del Socorro abierta siempre al latido de todos los rocianeros.
Con el pasar de los años, se ha notado la falta de una figura que pueda representar la fe a Nuestra Señora en dicha Romería y en todos sus actos, que no fuese de la propia Junta de Gobierno, y así avivar aún más si cabe esta efeméride, como viene realizando otras hermandades. Nos referimos a la figura del Hermano Mayor, que la Junta de Gobierno aprueba en el año 2017. Siendo la primera Romería con Hermano Mayor en el año 2018, que después un sorteo celebrado en la Parroquia de San Bartolomé Apóstol con los hermanos que lo habían solicitado, fue nuestra hermana Srta. Inmaculada Almansa Morejón.